¡Adios!
antiquísimo amor
que en nueva piel
no sobrevive
Tierra y mar
norte y sur
en un instante
nos habitan
Dolor
múltiples besos
en esas noches
de fragores
de guerra perdida
antes del alba
Sueños
de habitación
habitable
en la soledad
del domingo
en que pudimos
permitirnos
dar rienda
a nuestro cuerpo
Lágrimas
que bebimos
entre besos
con ojos abiertos
en los caminos
del destiempo…
martes, 15 de diciembre de 2009
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